La lectura elegida fue el verano sin hombres de Siri Hustvedt
SIRI HUSTVEDT
EL VERANO SIN HOMBRES
Siri Hustvedt es novelista, ensayista y poeta estadounidenses de padres noruegos residente en Brooklyn, doctora en Filosofía. Se licenció en Historia en St. Olaf College y se doctoró en 1986 en Literatura Inglesa por la Universidad de Columbia con una tesis sobre Charles Dickens (Fifures of Dust). Es experta en neurociencia y psicoanálisis.
Casada con el novelista Paul Auster galardonado con el premio Príncipe de Asturias (2006) y ella, con el Princesa de Asturias de las Letras (2019). Ambos encuadrados en el movimiento Posmodernista.
Siri Hustvedt es conocida militantes feminista. Intelectual defensora de la necesidad de aunar conocimientos de ciencias y humanidades para llegar al conocimiento de las cosas.
En su discurso de aceptación del premio Princesa de Asturias de las Letras, Siri Hustvedt nos hace una declaración de sus intereses y características intelectuales. Así mismo, las podemos encontrar en la novela que vamos a analizar hoy; El verano sin hombres.
Al comienzo del discurso nos manifiesta ya sus inquietudes feministas: “las reglas de la vida, que no eran pocas ¿por qué los niños podían dar brincos cuando ganaban un concurso de caligrafía y a las niñas no se nos dejaba ni sonreír, y menos aún levantar los brazos en el aire? ¿Y si las reglas eran diferentes?
Continúa con la antigua cuestión filosófica del cambio. Para el análisis de conceptos humanísticos se ayuda de los científicos, biológicos. “¿Qué cambia y qué permanece igual? ¿Creemos a Heráclito o a Platón? ¿Cómo conectamos el embrión, el recién nacido y el adolescente con la anciana que está en su lecho de muerte? ¿Cómo concebimos la vida interna y la externa? ¿Cómo marcamos los límites entre ellas? ¿Cómo sabemos lo que estamos tan convencidos de saber?” Y ello desde una perspectiva posmoderna; sin principios universales, sin límites, sin conocimiento pleno del saber.
En la misma línea de aunar ciencia y humanidades nos declara: “He leído literatura, filosofía, historia y mucha ciencia -neurología, psiquiatría, neurociencia, genética, embriología-, pero también antropología y sociología, y cuanto más sé, más me pregunto ¿por qué? ¿Cómo sabemos lo que sabemos? Piénsalo de nuevo ¿y si fuera diferente?”.
Y continúa: “Lo sé porque he sido testigo una y otra vez de los problemas que suscita un enfoque demasiado restringido. Y esto es válido tanto para el estudioso de humanidades que nunca se ha molestado en pensar en músculos, huesos, tejidos y células como para el científico que sólo piensa en neuronas. Ninguno de los dos se pregunta cómo sabe lo que cree saber. Las preguntas que deberían hacerse no se hacen porque quedan fuera del marco de referencia. Cuando escribo intento formular la siguiente mejor pregunta, basada en muchas disciplinas y no en una sola. Y me hago esa pregunta en las novelas, los ensayos y los trabajos académicos, porque todos son vías para aumentar el conocimiento humano. He aprendido que un género o disciplina no es superior a otro. Debemos recelar de nuestros prejuicios. Ni la ciencia es elevada, intelectual y masculina, ni las artes y las humanidades son inferiores, emocionales y femeninas. Debemos aprender que la autoridad y la sabiduría vienen en muchos formatos, sexos, colores, formas y tamaños. Debemos aprender unos de otros y recapacitar”. Propone rebasar los límites de las distintas disciplinas para obtener un conocimiento más amplio y profundo.
En la novela El verano sin hombres, se produce una rotura de los límites de la narración al presentar pasajes reflexivos, filosóficos, poesía, aunar conceptos propios de las humanidades y de las ciencias, utilizar la segunda persona para interpelar al lector, mezclar mundo de ficción con mundo real. Mía, ente de ficción, se dirige al lector, persona real.
Como ejemplo de pasaje reflexivo, en las páginas 155-162 analiza las diferencias y similitudes entre hombres y mujeres a través de sus diferentes órganos sexuales, o de la filosofía de Sócrates. Su desarrollo intelectual, al estudiar la morfología de los respectivos cerebros, y todo ello interpretado para demostrar la superioridad masculina sobre la femenina con una importante dosis de ironía feminista.
Siri Hustvedt experta en neurociencia y psicoanálisis nos presenta a la narradora protagonista, Mía, sumida en el caos, por el abandono de su marido Boris tras teinta años de matrimonio. Este hecho la lleva a ser internada en un psiquiátrico “por un trastorno psicótico transitorio, conocido también como psicósis reactiva transitoria”.
El personaje Don Nadie encarna uno de los temas recurrentes en la novela: el acoso. El acoso que sufre una de las niñas de la clase de poesía, pero también el acoso que sufrió Mía. Esta situación le da la oportunidad de hacer el análisis psicológico y la resolución del problema; utiliza la escritura como terapia. Pero Don Nadie es algo más que un personaje.
Sirvan estas notas como ejemplo de alguna características de la rica personalidad y Variada escritura de esta escritora.
Begoña Alonso
Febrero 2025
EL VERANO SIN HOMBRES DE Siri Hustvedt
La autora, nacida en Minnesota, hija de noruegos, que acaba de cumplir 70 años, fue conocida primero como ”lamujer de Paul Auster”, luego reconocida como novelista, ensayista y poeta, sobre todo a partir de su 3ª novela, “Todo cuanto amé” en 2003, que le dio gran popularidad.
Es una conocida feminista, pero poco conocida por su faceta científica, porque además de doctorarse en Literatura Inglesa en la Universidad de Columbia, estudió psiquiatría, psicoanálisis, neurofisiología y antropología, y como experta en esas disciplinas, es conferenciante y profesora en el Weill Cornell Medical College.
En su discurso de aceptación del Premio Princesa de Asturias de las Letras, hizo hincapié en la necesidad de tener la mente abierta, de mantener la curiosidad toda la vida y no creerse en posesión de la verdad. Insistió en la riqueza que aporta leer cosas diferentes, y en que las ciencias y las humanidades deben estar en el mismo rango y entremezclarse.
En una de sus charlas, a un neurólogo que le preguntó por qué tendría él que leer libros sobre historia o filosofía, que eran disciplinas alejadas de su especialidad, le contestó que eso le ayudaría a ver mejor en su trabajo.
En un curso de verano que dictó en la Universidad Menéndez Pelayo (U.I.M.P Santander) dijo: ”Siretirásemos todos los libros que hablan de misoginia, racismo o xenofobia, estaríamos perdiendo gran parte de nuestra biblioteca. Por eso no rehúso leer el “MeinKampft” de Hitler”.
Esos conocimientos de psiquiatría y el tema de la salud mental aparecen en sus libros y en “El verano sin hombres”, también, así como su interés por “las mujeres mayores“, que mencionó en su discurso del Princesa de Asturias . En este libro escribe con cariño de las mujeresdel Geriátrico Rolling Meadows East, especialmente deAbigail y sus “Divertimentos privados”. Describe el brote psíquico de la protagonista con mucho detalle. También hay apuntes de filosofía, biología y metafísica.
Su trato con su psicoanalista, la terapia a la que somete a sus alumnas adolescentes y sus descripciones de algunos personajes reflejan esos conocimientos de psicología.
Me han gustado mucho los nombres que da: Los 5 Cisnes, La Pausa, Nadie, El Aquelarre, Sidney (el pene de su marido) y me ha parecido un hallazgo su interlocución al lector/a que empieza al final del libro (desde la pagina157).
Una gran escritora y un buen libro en el que me he sentido muy cercana a los 5 Cisnes y a su Club de lectura.
Isabel Crespo
Febrero 2025
Fue una gran tertulia.
